BLOG_1La llegada de un bebé a casa es un acontecimiento que puede revolucionar las rutinas de toda la familia. Muchas parejas consideran a su peludo como un hijo. Entonces, ¿cómo prepararlo para la llegada de un bebé? Aquí te damos algunos consejos que te pueden ayudar.

  1. No alterar su rutina: es cierto que un bebé recién nacido en casa cambia todos los esquemas y horarios. Sin embargo, el perro deberá seguir comiendo, paseando y durmiendo a la misma hora de siempre.
  1. Que se familiarice con los sonidos y olores: los perros no conocen cómo “suena” un bebé. Puedes ponerle alguna grabación o video de llantos, risas y balbuceos para que cuando los haga el pequeño real no se sienta desorientado.
    En cuanto a los aromas, sería bueno que le permitas olfatear la colonia, las cremas y todos los elementos que se usarán con el niño.
  1. Conocer los objetos del bebé: los animales son bastante curiosos y apenas llega algo nuevo a casa lo quieren olfatear. Si al traer la cuna, el cambiador, la ropa, etcétera, no le permitimos que los huela, quizá piense que se ha portado mal o hasta puede intentar robar alguna cosa como “castigo” por no dejarles formar parte.
    Cuando estén arreglando la habitación del bebé, háganle saber que no puede ingresar a ella. Aunque el niño no haya nacido todavía, con anticipación ya debe reconocer la prohibición.
  1. Darle la misma atención: si hasta el momento tu mascota era el centro de la casa, no puedes de un día para el otro retirar ese honor. Los perros se dan cuenta cuando no les prestamos más atención. Aprovecha cuando el bebé duerme y acarícialo y juega con él.
  1. Presentarlos: cuando lleguen del hospital, lo primero que deben hacer es saludar a la mascota como si nada hubiese cambiado. Luego, de forma progresiva y para evitar que ninguno se asuste, tendrán que presentarle al bebé. Acércalo poco a poco y dejar que lo olfatee. Esto no será malo para el niño pero igualmente puedes consultarlo con tu pediatra.

Aunque durante los primeros meses el bebé y la mascota apenas interactuarán, conforme el niño vaya creciendo tendrán que vigilar que no invada su espacio personal y que no lo moleste, por ejemplo, jalándole la cola o las orejas. Es muy importante supervisar los momentos en los que ambos estén juntos e intentar hacer una vida lo más normal posible, integrando al perro de manera que no se sienta desplazado por el nuevo miembro de la familia.

¿Y si se muestra celoso o no se adapta?

En el caso de que el perro manifieste celos hacia el pequeño, lo mejor es ponerse en manos de un profesional. Los perros no piensan como los humanos, por lo que su conducta, más que a celos propiamente dichos, suele responder a una queja por la pérdida de privilegios sufrida con la llegada del bebé.

Verás que al pasar el tiempo tu bebé y tu perrito se convertirán en compañeros de aventuras y se seguirán a todos lados. No tengas miedo de que estén juntos o que jueguen, ¡aprovecha que tendrás una niñera más en casa!