unnamed¡El embarazo llega con un sinfín de emociones, preparativos y preocupaciones por el nacimiento del bebé! Lo normal es que el embarazo transcurra sin complicaciones, pero como todo proceso natural del cuerpo, también pueden existir ciertas situaciones de riesgo que es importante que conozcas para que acudas al médico y te ayude a controlarlas.

Por ello hoy te queremos hablar de cuáles son los signos de alarma en el embarazo. Es difícil determinar y más cuando estás pasando por tu primer embarazo, cuándo llamar al hospital, al ginecólogo o acudir directamente a ellos sin perder ni un minuto. Probablemente tu estado te diga cómo actuar, pero hay ciertos signos de alarma que no pueden esperar.

Para ayudarte hemos recopilado un listado de los signos de alarma más frecuentes durante la gestación:

Fiebre: Un cuadro febril durante la gestación es signo de que existe alguna infección. Lo más importante es averiguar de dónde procede el foco de la infección y por ello te recomendamos hables con tu ginecólogo para que te revise.

Sangrado vaginal: Ya sea que estés en la semana 2 o en la semana 38, este suceso necesita revisión médica. En el primer trimestre de embarazo el sangrado puede estar relacionado con una amenaza de aborto que puede pasar con el reposo, pero esto solo te lo puede indicar tu médico así que es importante te pueda realizar un diagnóstico. También es primordial conocer en dónde está la placenta, ya que a medida que avanzan las semanas, podemos encontrarnos con sangrados por placentas de inserción baja. Si el sangrado es abundante y se asocia a un dolor abdominal intenso, es de suma importancia que acudas a urgencias para descartar un desprendimiento de placenta.

Prurito palmo-plantar: Se trata de un picor en palmas de manos y pies que se acentúa por las noches. Lo mejor en este caso es ser valorada por tu ginecólogo para conocer el estado de los ácidos biliares y del perfil hepático, puesto que puede estar relacionado con un cuadro coléstasis intrahepática y que es necesario tratar y controlar de forma minuciosa.

Dolor abdominal: Si no cede y es continuo, es importante que el dolor abdominal sea valorado. También se pueden asociar, durante el embarazo, a cuadros de infección del tracto urinario que vienen acompañados de ganas continuas de ir al baño y que precisan tratamiento para evitar infecciones renales.

Contracciones uterinas: El tener contracciones uterinas es normal al final de la gestación, pero cuando se producen de forma precoz, pueden venir asociadas a un acortamiento del cuello uterino, por lo que este cuadro debe ser tratado rápidamente.

Pérdida de líquido amniótico: Esto es la sensación de pérdida de líquido por la vagina que no puedes frenar. Si ocurre, es preciso acudir al hospital, sobre todo en el caso de que ocurra antes de la semana 37 de gestación, puesto que sería una rotura prematura.

Sin movimientos fetales: El mayor signo de bienestar de tu bebé es que se mueva con el mismo patrón de movimiento que ha seguido siempre, que responda a los estímulos, como son el comer algo dulce o la música. Si no es así, deberás acudir al médico para que te realice una ecografía y monitoree a tu bebé.

Presión arterial elevada: Si tuvieses cifras por encima de 140/90, sería conveniente acudir a tu médico para llevar a cabo un estudio analítico y control de tensión arterial. El objetivo es descartar que presentes algún estado hipertensivo asociado al embarazo.

Estos son algunos de los signos de alarma que debes tener presentes durante tu embarazo. Aunque lo normal es que vaya todo bien y que estos días sean los más felices de la vida, ten siempre a la mano el teléfono de tu doctor para que puedas preguntarle cualquier duda que tengas.